
Es difícil negar que en los últimos tiempos, los dos partidos mayoritarios, el Partido Popular y el Partido Socialista, están desarrollando políticas de crispación y falta absoluta de diálogo que provocan el crecimiento electoral del partido más populista. Sin necesidad de explicar un posible programa, Vox está consiguiendo un incremento notable de votos, no lo suficiente como para poder gobernar en solitario, pero sí para dejar claro al PP que no tendrá mayoría parlamentaria sin su ayuda. Por su parte, Pedro Sánchez aguantará en el cargo el tiempo que aguante e intentará llegar a la nueva convocatoria de elecciones presentando una hoja de resultados económico-sociales que pueda resultar atractiva para un sector de la población, pensionistas incluidos.
