
No tiene nada de raro ir a un bar y pagar el café tocando una pantalla con una tarjeta de plástico o un móvil. O incluso hacer ese gesto clásico y cada vez menos habitual de sacar la cartera y pagar con un billete o monedas.


No tiene nada de raro ir a un bar y pagar el café tocando una pantalla con una tarjeta de plástico o un móvil. O incluso hacer ese gesto clásico y cada vez menos habitual de sacar la cartera y pagar con un billete o monedas.